MACULOPATÍA : EL ESTRÉS ALTERA LA VISTA

La mácula es el punto de la retina que nos sirve para mirar objetos situados directamente al frente del ojo, de manera que si se llega a afectar habrá importantes actividades que no podamos llevar a cabo, como leer o conducir un auto; ¿qué puede dañarla?, entre otras cosas el estrés, por lo cual usted debe leer lo siguiente.

Hasta hace unos años se consideraba que los daños a la mácula (se explica adelante) correspondían únicamente a adultos mayores, pero sorprendentemente se presenta cada vez más en personas jóvenes (entre 15 y 40 años), ¿a qué se debe lo anterior? Antes de entrar en materia, recordemos que el ojo está formado por tres capas:
Esclera. Externa, le da rigidez.

Coroides. Zona media que alimenta al ojo.

Retina. Tejido delgado y pequeño, del tamaño de un timbre postal, que se encuentra en el fondo del globo ocular y que tiene la función de recibir impulsos luminosos y transformarlos en señales nerviosas que envía al cerebro para que sean reconocidas como imágenes. Consta de los siguientes elementos:

• Central o mácula. Permite la visión a detalle, por lo que se utiliza para reconocer a persona u objeto, leer y conducir, entre otras actividades.
• Periférica. Proporciona imagen burda, por ejemplo, cuando estamos leyendo y entra alguien a nuestra habitación le vemos pasar, pero no distinguimos bien sus características.

Entonces, cuando la mácula llega a dañarse, el centro de la imagen se bloquea como si se le hubiera superpuesto un punto negro y los elementos alrededor pueden verse claramente. Cabe destacar que el problema no degenera en ceguera total, pero puede dificultar o imposibilitar ciertas actividades que requieren ver con precisión.

Saludymedicinas.com.mx platicó con el Dr. Vincent Korder Ortega, microcirujano oftalmólogo, quien se refirió a las afecciones a la mácula que dificultan la visión óptima. "Lesiones, golpes, infecciones o inflamaciones diversas pueden dañar este delicado tejido; pero el paso del tiempo es el factor más reconocido, de ahí que aproximadamente a 70% de los casos de problemas maculares se presente en personas que superan los 60 años de edad".

¿Cómo se afecta el tejido?
De forma natural, la mácula está protegida por tenue membrana que la separa de los vasos sanguíneos muy delgados que irrigan el fondo del ojo, los cuales pueden llegar a romperse o gotear y crear tejido fibroso. Cuando esto se presenta, se forman anormalmente nuevos vasos sanguíneos muy frágiles, los cuales se rompen fácilmente y permiten el flujo de sangre que destruye a la mácula, formando más tejido fibroso.

Las formaciones referidas bloquean paulatinamente a la visión central, tornándola borrosa, hasta llegar a un grado severo, es decir, no definir claramente los colores, las líneas rectas se deforman y, en algunos casos, en el centro de la imagen aparece un área oscura y vacía.

Como se mencionó con anterioridad, se han relacionado diversos factores dañinos a la mácula, además de la edad, desde los nutricionales (altos niveles de colesterol o falta de zinc y vitaminas) hasta la exposición excesiva a los rayos ultravioleta emitidos por el Sol.

El Dr. Korder Ortega señala que el estrés puede ser causante también de problemas maculares. “Alto porcentaje de casos en personas jóvenes (menores de 40 años de edad) se deben al constante estado de nerviosismo y ansiedad en que viven. Lo que sucede es que la mácula se inflama como consecuencia de la alteración y provoca una mancha que impide la visión central nítida, la cual se recupera en cuanto el estado emocional se normaliza. En otras palabras, se trata de una afección temporal que puede corregirse mediante antiinflamatorios pero, sobre todo, al aprender a controlar las emociones, pues de no ser así el problema se seguirá presentando periódicamente”.

Debemos destacar que por lo regular los trastornos en la mácula afectan sólo a un ojo, lo cual puede provocar que pase cierto tiempo (incluso años) antes de que el paciente se dé cuenta de su problema de vista, principalmente porque la visión lateral normalmente no está estropeada. Si ambos ojos están lesionados, puede hacerse muy difícil leer o trabajar.

¿Agujeros en la mácula?
Se trata de casos muy raros, pero se deben al intento del vítreo (sustancia gelatinosa que ocupa el 80% del contenido del globo ocular) por separarse de la retina mediante tirones (jalones), afectando con ello al centro de la mácula y la visión central, la cual se notará inusualmente borrosa y distorsionada. Con el paso del tiempo el agujero puede crecer, pero no conduce a desprendimiento de retina, hecho que si se presenta en los llamados agujeros periféricos (al costado de la macula).

El cirujano de reconocida trayectoria señala a que igualmente se reconocen como causas de agujero macular fuerte golpe en el globo ocular, miopía exagerada, complicaciones en la cirugía de desprendimiento de retina, inflamación ocular descontrolada y retinopatía diabética, entendiendo ésta como el daño que causa la glucosa a los vasos sanguíneos que irrigan el fondo de ojo, al grado que los debilita dejando salir líquido o sangre, los cuales forman nuevos vasos y estos a su vez tejido fibroso en la retina con la consecuente imagen borrosa que es enviada al cerebro.

Cuando un paciente desarrolla este problema en un ojo la posibilidad de que se presente en el otro es baja (apenas del 15%). Ahora bien, si el oftalmólogo diagnostica agujero macular se recurre generalmente a cirugía especial (vitrectomia) para mejorar la visión; en ésta, se sustituye al líquido que compone al vitreo por un gas dentro del ojo, el cual ayuda a que la mácula permanezca en su lugar mientras que el hueco sana. Después de la cirugía, se requiere que el paciente permanezca mirando hacia abajo hasta durante tres semanas. Debemos mencionar que no todos los pacientes sometidos a la cirugía verán mejor, lo cual se consigue en 2 de cada 3 intervenidos.

Prevenir y no lamentar
Como hemos podido ver, cuando se empieza a tener dificultades para definir objetos es de vital importancia acudir a revisión por parte del oftalmólogo, ya que puede evitarse daño mayor en retina o mácula. El especialista practicará una serie de exámenes, entre ellos la prueba de rejilla de Amsler, en la cual se pide al paciente mire una página cuadriculada a fin de constatar la extensión de las áreas de pérdida de la visión tras fijar la vista en un punto central.

Igualmente se pedirá al afectado distinga diferentes colores y, de considerarse necesario, se solicitará una angiografía con fluoresceína, técnica en la cual se inyecta un colorante (fluoresceína) al torrente sanguíneo para que llegue al ojo, el cual se fotografía en secuencias constantes para conocer el estado de retina y mácula. El examen ocular es especialmente apropiado si familiares cercanos han manifestado trastornos en la retina.

Cabe destacar que en ciertos daños maculares el tratamiento requiere la aplicación de rayo láser, principalmente al haber lesiones sangrantes o para destruir tejido fibroso o vasos sanguíneos de reciente formación.

Finalmente, vale la pena reiterar la importancia del cuidado de retina y mácula mediante sencillos consejos:

• Protéjase siempre de la luz solar con cristales que filtren la luz ultravioleta, la cual puede dañar considerablemente ambas estructuras oculares.
• Vigile constantemente sus niveles de colesterol, y no permita que se eleven.
• Fumar es un factor que no hemos señalado, pero también afecta notablemente; deje el tabaco.
• Si padece hipertensión (presión arterial alta), acuda periódicamente al médico para mantenerla bajo control.
• Acuda a revisión por parte del oftalmólogo si algún familiar tiene historia de trastornos de la retina, o si supera los 50 años de edad.

Fuente:saaludymedicinas.com.mx/nota.asp?id=1810